viernes, 6 de octubre de 2006

El Onoto


Este extraño e intrigante fruto originario del Caribe y regiones del trópico de las Américas ha sido utilizado con múltiples propósitos.

En Venezuela lo utilizamos principalmente en la cocina. En casa de mi abuela (cuando ella estaba viva) había una gran mata de onoto y recuerdo claramente que con sus semillas teñía a los aliños para preparar carnes o inclusive a las sopas, además de que era infaltable en la preparación de la masa para las hallacas.

La preparación consistía en colocar las semillas en aceite hirviendo y luego se obtenía un aceite de un color rojo increíble.

En la actualidad mi mamá lo sigue utilizando para “darle color” a la masa de las hallacas, como ella misma dice.

Hoy en día, dichas semillas se pueden conseguir en las casas naturistas.

Que buenos recuerdos…, me permito esta ocasión para recordar también que compraban las gallinas vivas para hacer hervidos (y no se desperdiciaba ni un trozo del cuerpo del animal), que se dejaban al sol las lechosas para preparar el delicioso dulce decembrino, en fin, costumbres gastronómicas que me marcaron para bién o para mal, porque el recuerdo de la gallinas no es para nada grato, jajajajaja.

2 comentarios:

Dalia dijo...

En mi casa se usa y se usará para siempre, no hay nada más espectacular que unos aliños preparados con onoto y comino, y no se le colocan nada más a las hayacas, en mi casa se le pone a todo, pero todo, a los aliños para la sopa, las caraotas, los bistecks, la carne mechada y molida, al pollo esmechadito, los guisos, a todo.

Freír unos aliños es una de las cosas que más disfruto cuando voy a mi casa, y ese olor a ajo, cebollas, onoto y comino que es total y absolutamente característico de la comida del campo venezolano.

Ramon Meneses dijo...

Eso de darle "color" a la masa de las hallacas, como que es un clasico. Mi abuelita tambien lo usa para dar "color" a sus inigualables guisos....