Esta foto la tomé en el consultorio de una clínica privada en Barquisimeto, estado Lara.
El primer día que estuve en ese consultorio, lo miré y me sentí insultada, me decía a mí misma que cómo era posible que la gente que trabaja allí crea que uno es capaz de semejantes actos.
Pues resulta que la segunda vez que estuve allí, estaba una señora rompiendo una revista para guardar algo que me imagino que le interesaba. Lo más irónico es que su vista se mantenía en alto, como totalmente ajena a lo que sus manos hacían y sin percibir siquiera el ruido en perfecto tono audible de la hoja de la revista quejándose que estaba siendo desmembrada. Lo peor, todos los que allí nos encontrábamos fuimos cómplices. Nadie dijo nada.
Y es que en éstos tiempos cómo va a andar uno dándo clases de moral y buena conducta en la calle... ese acto al menos para mí quedo confinado para ser ejercido sólo dentro de mi casa. Todo parece indicar que como sociedad no tenemos solución.
1 comentario:
si, ese es el pan de cada día... si vas a una clínica, que consigas una revista de esas Salas de Espera es un milagro porque la gente se las lleva, o las rompe, igual en las peluquerías, por eso no me extraña que en las Librerias te monten un vigilante al lado mientras hojeas los libros, o peor, todos están envueltos en papel transparentes y no puedes leer la contraportada ni el epílogo ni hojeralo porque tienen temor de que la gente los rompa, o se los lleve muy campantes.
No se a donde vamos a llegar, de verdad los valores, la moral y los principios son cada vez mas inexistentes en este pais.
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