Hace unas semanas un familiar dejó de existir fisicamente. Unos días más tarde fuí a visitar a sus familiares y recibí una hermosa lección de vida por parte de ellos. Profesan y son ejemplo de aceptar la muerte como parte del proceso de la vida.
Así que en esa casa conseguí sonrisas que sustituían a las lágrimas, paz en lugar de remordimientos, y por sobre todo descubrí con certeza que cuando alguien vive en plena armonía es posible irse en paz.
Este hombre vivió sin enredos, sin mala onda, solo con avidez del conocimiento que brinda cada amanecer, y con una frase célebre que marcó su vida ante cualquier mal entendido "usted perdió una brillante oportunidad de quedarse callado".
Es de personas elevadas esta experiencia, pero para mí, una mortal común, éstas acciones convertidas en lecciones las recordaré siempre e intentaré vivir más armónica cada día para que cuando mis alas despeguen todos queden en paz... y yo me vaya en paz.